María: Figura de
mujer que fascina
y trasciende todas
las épocas, su
historia difuminada en la nuestra. Un
“retrato” de gran
impacto emotivo capaz
de llegar de
inmediato a la mente
y al corazón.
La escena evoca una casa: primero
la de Nazaret, que refleja una vida hecha de amor concreto, impregnada
de servicio y
fortaleza, de inventiva
y audacia. Después
sus paredes se extienden a todo el mundo, en donde el
amor a la madre común acerca los pueblos entre sí y los hace cada vez más hijos
y hermanos. Al final se entra en nuestras casas, la de cada uno y la de todos,
donde María revive hoy en un sin fin de rostros, historias, mundos, corazones y
derrama una luz de esperanza incluso en las situaciones más difíciles.
Narración y recuerdo, poesía y
vida concreta, colores acentuados por el drama y la fiesta con transparencias
de ternura y maravilla.
Un sugestivo ir y venir de
textos, movimientos, sonidos, vestuario, colores e imágenes que se tiñen de
tradición clásica y popular, que van del perfume étnico a tiempos remotos,
hasta llegar al presente vivo y apremiante.
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